La ley es igual para todos; la lengua, no siempre: los doublets y triplets en el lenguaje jurídico

Jul 6, 2022 | 0 Comentarios

Dice el equipo de consultas de la Real Academia Española de la Lengua que el pleonasmo, que no es otra cosa que la redundancia, es «un fenómeno normal en la lengua, que responde la mayoría de las veces a razones de refuerzo expresivo que no cabe censurar». Alguien lo preguntó por Twitter porque en el lenguaje común parece ser un sobreesfuerzo innecesario. El lingüista Ignacio Bosque lo explica como algo paradójico pues «se consider[a], por un lado, un vicio del idioma y, por otro, una figura retórica»; o sea que, según el contexto y la persona que lo utiliza, a veces se tacha de fallo y a veces se encumbra como adorno.

En inglés, sin embargo, son bastante más comunes. Quienes han trabajado en traducción jurídica estarán acostumbrados a encontrarse con give and grant, keep and mantain o able and willing, los famosos legal doublets; sin embargo, ¿conocemos su origen?


***Before continuing, read and agree the terms and conditions

(antes de continuar, lea y acepte los términos y condiciones)


TERMS & CONDITIONS
Para continuar con esta entrada, es necesario saber qué son los legal doublets. Se trata de frases construidas a partir de dos términos que significan casi lo mismo, pero que tienen una pequeña diferencia por la cual, al abordar temas jurídicos, se prefiere manejarlos en pareja, para evitar dejar cabos sueltos. 
 
Van unidos por la conjunción and.
 
Terms and Conditions (términos y condiciones), que da nombre a esta sección, es un ejemplo. Aparece al cierre de las políticas de uso o de los contratos. Aunque separados expresan algo muy parecido, en el lenguaje jurídico son indivisibles. Las conditions hacen referencia a aquello que ha de cumplirse en el acuerdo y los terms describen las formas que estas suponen.

▓▓ I agree and accept to continue.



Aclarado el significado, vamos a repasar su origen.

Un regalo de Navidad desde Normandía

En 1066, Williame, duque de Normandía, cruzó el Canal de La Mancha desde sus tierras en el norte de Francia para luchar contra Harold II, último rey de la Inglaterra anglosajona, a quien venció en la batalla de Hastings.

Era día de Navidad y, ya como William I, se coronó como rey de Inglaterra.

Williame I, el «Conquistador». Ilustración: Westminster Abbey

Su corte la llenó de normandos. Estos, aunque de origen escandinavo, eran franceses y llevaron su idioma a las islas británicas.

De repente entran a convivir tres lenguas: el inglés antiguo, manejado por el pueblo llano; el francés normando, propio de las nuevas autoridades (que gobernarían por cerca de dos siglos); y el latín, que en Europa seguía siendo el idioma culto.

De hecho, una de las primeras medidas del rey William fue la de cambiar la lengua oficial; del inglés se pasó al latín, algo que favorecía a sus compatriotas, puesto que el francés normando que hablaban era de raíz latina.

Para que hubiera comprensión entre todas las partes a la hora de promulgar leyes o textos jurídicos, empezaron a combinar pares de términos en donde uno era en inglés y otro en francés; el significado era el mismo, pero el objetivo era que la idea quedara clara tanto para los locales como para los llegados desde el otro lado del Canal.

En la frase keep and maintain, el primero es un término de origen anglosajón y el segundo es francés. El significado es casi igual, pero al emparejarlos se aseguraban el pleno entendimiento. Mismo caso y en el mismo orden en give and grant.

Portada del sencillo Safe & Sound, del dúo californiano Capital Cities. El título de la canción es un doublet. Foto: Amazon

Poco a poco se extendió el uso de los doublets hasta el punto de que abogados y juristas empezaron a formar parejas de ambos términos en inglés (each and every —todos y cada uno—) o los dos en francés (aid and abet —más o menos «instigar y asistir»—).

Casi un milenio ha pasado desde entonces y los doublets siguen siendo parte del lenguaje jurídico en inglés. Esto es porque esas pequeñas diferencias que pudieran existir entre un término y el otro, dado que cada uno proviene de una lengua y nace en un contexto distinto, pueden generar resquicios de incertidumbre. Juntándolos se tapan esos huecos.

El pueblo prevalece

Con el ascenso de Enrique IV al trono casi en el siglo XIV (1399), Inglaterra volvió a tener un rey que hablara como lengua materna la misma que el pueblo: el inglés.

Ese estatus del idioma tuvo incidencia más allá de la utilización de los doublets. A diferencia de lo que ocurre en castellano, donde tenemos una Real Academia Española de la Lengua, en inglés no hay institución alguna que dicte sus normas. Existen libros, manuales y diccionarios de referencia compilados por diversas instituciones (universidades de Oxford y Cambridge, por ejemplo) pero sin un dogma unificado.

Imagen de John «Lackland» («Sin tierra»). Como monarca de Inglaterra perdió el ducado de Normandía. Una revuelta al final de su mandato dio paso a la Carta Magna. Imagen: dominio público CC.

El poeta británico Samuel Johnson, autor del que se considera como el primer diccionario del inglés, se oponía a la creación de una academia, pues no veía democrático que una institución le dijese al pueblo cómo había de hablar. Esa misma visión se extendió y es la que prevalece hasta nuestros días: un idioma al servicio de su gente, una lengua popular, sin corsés.

Algunos ejemplos, para que nos entendamos

Si recibo 500 euros y los deposito en el banco, tengo ese dinero, pero no físicamente. Para evitar que, por ejemplo, alguien reciba una herencia, pero se argumente en su contra que no la puede poseer (por motivos que pudieran esgrimir alguna entidad financiera o ayuntamiento), en inglés jurídico se utiliza la fórmula have and hold (inglés-inglés), la cual quita espacio a la duda.

Ese es un doublet que podría intercambiarse por keep and maintain (inglés-francés), o ir en el mismo contrato que lands and tenements (inglés-francés), donde el primero es un terreno y el segundo todo lo que está edificado sobre él.

«un idioma al servicio de su gente, una lengua popular, sin corsés»

Each and every (—todos y cada uno— inglés-inglés) de ellos deben entenderse en su contexto puntual, generalmente el jurídico. Es por ello que, como dice Ignacio Bosque, «no se han de medir en términos estrictamente lógicos». Su traducción también debe tratarse con tacto, pues la duplicidad en inglés puede no tener sentido en español.


Bonus: los triplets

Al mencionar los derechos que una de las partes en cuestión tiene sobre alguna propiedad, no es raro leer right, title, and interest, y para establecer qué ocurrirá cuando el hecho discutido se dé, el condicionante inicia con if, as and when.

Incluso uno de los doublets que repasamos antes puede evolucionar hacia un triplet en la forma de lands, tenements and hereditaments.

Con este rastreo histórico puede que nos llevemos mejor con los legal doublets y triplets, sobre todo cuando llegamos a ellos desde una lengua en la que oscilan entre el error y el adorno.

De cualquier manera, lo importante es saber que cada caso es distinto y tiene un contexto que debemos analizar para poder trabajarlo con propiedad.

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