Seis excusas para NO contratar a un intérprete. Spoiler: sale mal

Oct 23, 2021 | 0 Comentarios

El grado de Traducción e Interpretación en España se oferta actualmente en 59 universidades públicas y en 11 privadas. El curso pasado volvió a estar entre las carreras más demandadas por los estudiantes españoles, por lo que volvió a entrar en la lista de las notas de corte más altas. Aun así, la profesión del traductor y, sobre todo, la del intérprete sigue siendo muy desconocida por nuestra sociedad. Yo personalmente, cada vez que me presento como intérprete en un grupo de personas ajenas al mundo de los idiomas, me sucede algo parecido a lo que le ocurrió a aquella estudiante de Traducción e Interpretación en el programa de Toñi Moreno.

Fragmento extraído del programa Entre todos de RTVE

Por eso, a los intérpretes no nos extraña cada vez que alguien nos explica por qué ha decidido no contratar un servicio profesional de interpretación o traducción; por qué ha decidido que lo hiciera su primo, que estudió en Inglaterra un curso o su compañero que es “casi” bilingüe; y por supuesto que no nos extraña en absoluto cómo acaba la historia.

Spoiler: siempre acaba mal.

En esta entrada de mi blog os voy a contar seis excusas reales que he escuchado para no contratar a un intérprete profesional. Además, os intentaré explicar por qué no es tan buena idea recurrir a ese conocido “bilingüe”.

«Es muy caro».

Esta es la excusa principal por la que la mayoría de las empresas o particulares deciden no recurrir a un servicio de interpretación profesional. Si eres el responsable de una empresa, simplemente te voy a pedir que eches cuentas sobre dos aspectos: las horas de trabajo y formación que necesita ese intérprete, y el presupuesto que tu empresa ha dedicado al evento en total.

Te voy a ayudar un poco a calcular las horas de preparación, trabajo y formación del intérprete, porque lo más probable es que de esto no tengas ni idea. El intérprete seguramente tendrá un grado y máster universitarios, habrá realizado muchos cursos de especialización en su ámbito de trabajo, habrá hecho estancias en el extranjero y tendrá muchos años de experiencia. Antes de cada encargo, dedicará muchísimas horas, días y semanas para preparar el resultado final. No, no somos diccionarios con patas que improvisarán sobre la marcha, igual que los ponentes necesitan prepararse cada conferencia, nosotros también lo necesitamos. Por no hablar de que necesitarán tener experiencia y formación en interpretación simultánea (a tiempo real) o en toma de notas (para la consecutiva). Por otro lado, como te he dicho, quiero que pienses en todo la gran cantidad de dinero que habéis empleado en que el evento salga adelante. ¿De verdad quieres dejar en manos de tu amigo “bilingüe” el tema de la traducción?

En caso de que seas un particular y realmente no te puedas permitir este tipo de servicios dentro del ámbito penal (juzgado, policía, etc.), no te preocupes: tienes derecho a este servicio y el Estado te lo tiene que proporcionar de forma totalmente gratuita. Si se trata de otro caso dentro del ámbito de los Servicios Públicos (hospitales, centros sociales, ONG, etc.) también te proporcionarán este servicio de forma gratuita. Pide información a tu médico, abogado o trabajador social. Y si todavía tienes dudas, puedes escribirme sin problema.

«Me parece muy impersonal».

Pero las motivaciones para evitar recurrir a un servicio profesional de interpretación no siempre son económicas. Os voy a contar una historia real que me contó una pediatra hace unas semanas. Tenían a un bebé de unos meses ingresado y llevaban unas horas haciéndole pruebas. Las pruebas mostraban que el bebé tenía una enfermedad muy grave y que seguramente no sobreviviera por mucho tiempo. Los padres eran afganos, llevaban muy poco tiempo en España y no hablaban español. Tenían que comunicarles cuanto antes lo que sucedía. Este hospital público cuenta con un servicio de interpretación telefónica formado por grandes profesionales de la interpretación en el ámbito de los Servicios Públicos. Pero el equipo se reunió y decidieron que “les parecía tremendamente impersonal dar esta noticia por teléfono”, así que optaron por llamar al primo de los padres para que él les diera la noticia. Os podéis imaginar lo duro que le resultó a este primo recibir esta noticia y transmitírsela a los padres. También os podéis imaginar la de información importante que se quedó  por el camino.

Solo quiero matizar una cosa en este punto: el intérprete no es médico, no es juez y no es psicólogo, sino un intermediario. Por tanto, no va a dar ninguna noticia al paciente, no va a dictar ninguna sentencia y no va a realizar un psicoanálisis al paciente. Va a conocer a fondo el ámbito en el que trabaja, pero no va a realizar ningún trabajo que no le corresponda (básicamente porque lo hará mal).

«Un lingüista no tiene ni idea de turbinas de avión».

Efectivamente, seguramente la mayoría de lingüistas no tengamos la menor idea de cómo funciona la turbina de un avión. Por eso nos especializamos, para entender cómo funciona cada ámbito: habrá especialistas en ingeniería, en ciencia, en medicina, en derecho… Y dentro de cada apartado, seguramente muchos se subdividan (no funciona igual el sistema jurídico español que el inglés, por ejemplo, ni el penal que el administrativo). Y aunque el intérprete se especialice en aviones, por ejemplo, sigue sin ser un ingeniero. Por eso es tan importante que tenga la mayor información antes del evento y cuanto antes posible para estudiar toda esa terminología y tener todo el vocabulario que necesitará para transmitir el mensaje.

«Nunca traducen todo lo que digo».

Ay, esos traductores traidores (traduttore, traditore), que nunca traducen palabra por palabra todo lo que el abogado dice. Pues no, Mari Loli, mi amor, no traducimos palabra por palabra todo lo que el orador dice porque la interpretación no consiste en eso. Para eso están las máquinas. Y nosotros, de momento, no somos máquinas. La interpretación consiste en transmitir el mensaje exacto, no todas las palabras. Y, en algunos casos, reestructuraremos las frases para que suene más natural en la otra lengua, por ejemplo; o escogeremos otro término que a ti te parezca muy diferente del original. Pero nunca omitiremos información.

«Se alarga mucho el evento».

A no ser que puedas contratar interpretación simultánea, el evento se va a alargar a casi el doble de tiempo. Esto es algo que no se puede evitar y tiene toda la lógica. Por eso, siempre que sea posible, yo recomiendo utilizar la interpretación simultánea. Pero para ello hace falta un equipo adecuado que en la mayoría de los ámbitos de los Servicios Públicos no se puede utilizar. Por tanto, tan solo daré dos pinceladas aquí: si se trata de un evento privado y largo, intenta contratar un servicio de interpretación simultánea; y si se trata de un servicio de consecutiva o bilateral, intenta ahorrar tiempo contratando el servicio más profesional posible. Créeme, te ahorrarás tiempo y dinero. Y por favor, una vez más: no caigas en el error de encomendarle tareas que no le corresponden al intérprete para intentar ahorrarte tiempo, básicamente porque lo hará mal.

«Puede correr peligro la confidencialidad del evento».

Como ya he insistido a lo largo de todo el artículo, los intérpretes son profesionales. Evitar que el intérprete tenga acceso a cierta información solo va a provocar que no pueda hacer bien su trabajo y por tanto todo el evento se desmorone. Cuando yo hago consecutiva, siempre aviso de que puede que tome notas, pero que si quieren, puedo destruirlas al acabar el encuentro. Si aun así no te quedas tranquilo, siempre puedes hacerle firmar un contrato de confidencialidad, para estar respaldado jurídicamente.

¿Has llegado hasta este punto y, aun así, sigues pensando que tu primo te va a salir más rentable para el evento que estás organizando para el mes que viene? No te preocupes, todos nos equivocamos alguna vez. Siempre puedes volver a esta web y contactarme para el próximo evento.

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